miércoles, enero 04, 2006

Glosario de Urbanidad- por el Club de Arquitectura



En gran medida el Glosario nace de la inquietud sobre cuáles son las palabras que se están usando para hablar de la ciudad, cuáles son las que no se dicen y cuáles están esperando ser descubiertas. De hecho, cómo referirnos a ciertos procesos y relaciones nos lleva a la primera palabra, que es urbanidad. Urbanidad es una palabra en desuso que tiene una larga tradición y que dicha hoy se asocia al urbanismo, aunque justamente nos interesa la urbanidad como alternativa a las relaciones de producción, a las jerarquías, al diseño y a la profesionalización del control de la ciudad con las que opera el urbanismo. La urbanidad tiene que ver con la convivencia en el medio urbano, con las prácticas sociales, con estados de ánimo, con una suma de cuestiones para las que no existe una jerga por su aparente falta de especificidad.
El Club de Arquitectura está acercándose a la Urbanidad condensando unas ideas sobre el espacio público y lanzando temas que son el cuerpo del Glosario. Glosario, a diferencia de diccionario, es palabras que se reúnen por un campo de intereses, con lo cual no es tan extenso ni tiene la rigurosidad de un diccionario. Este glosario es una construcción de un vocabulario, dirigido a poner palabras nuevas en la escena y en boca de personas estratégicamente invitadas para tal fin.
Operativamente el mecanismo es muy sencillo, el CdA propone unos temas de discusión a un invitado. Con él, se terminan de definir el enfoque y las palabras precisas. En una reunión abierta esa persona habla sobre las tres palabras; luego se invita a otra persona a tomar una de las tres. O sea que todos van a repetir una de las palabras del que estuvo antes y decir una que va a decir el que viene.

Como ente regulador del Glosario de Urbanidad, es nuestra principal labor manipular la información obtenida: procesarla, condensarla, editarla -en tiempo real, a priori y a posteriori-.Hemos descrito las instrucciones con que opera nuestro club en varias oportunidades; en ocasión de presentar cada uno de los proyectos en que el grupo se ha embarcado: “comando entrevistador”, promotores de discusiones en los mas variados formatos, mediadores en debates específicos, intervenciones en esta misma revista, etc. El glosario es hoy presentado una vez mas, de la misma manera que lo fue hecho en cada una de las cuatro encuentros que hasta ahora lo componen; y aquí, sus reglas explicadas y desarrolladas como lo han sido las de todos los anteriores proyectos del club.
No nos interesa solapar, velar u ocultar las técnicas utilizadas para la producción de “la información”, ese no es nuestro juego. Quizás, de un modo un poco histérico, nos interesa la plena exposición pública de las tácticas y estrategias que rigen las decisiones de nuestra participación sobre el espacio público. El espacio publico y todos sus componentes, que de forma individual y/o colectiva, conforman nuestro completo campo de interés… campo de interés, estudio y de acción.El grupo + sus diferentes proyectos-eventos, conforman una herramienta de edición. Edición de información = producción de nuevos contenidos -“nuevos”, quizás este sea un adjetivo necesario de ser discutido-.
El blog es un documento activo, pero no por eso menos muerto de lo que a simple vista parece; evidentemente es un documento franco, pero muerto. Es nuestro registro de todos los movimientos dentro del “Glosario”. Es como una especie de taquígrafa de juicio; es nuestra “taquígrafa de glosarios”.Entonces, deberíamos tener una taquígrafa? No.
Nos interesa vitalmente que funcione de esta manera (una vez más histeria editorial): el que parece ser el documento neutro, es quizás ni más ni mesón que el menos procesado de nuestro material –material públicamente expuesto-; menos procesado, pero nunca neutro. Es nuestro punto de arranque: la información yace parcialmente procesada, en estado inerte, factible de ser leída y extraída de Internet sin mayor mediación que “botón derecho”.Son las charlas desgravadas en casi todo su extensión y punto.

En vistas de volver a procesar “el material”, en ocasión de esta nueva oportunidad Ramonera, se vuelve a activar la “herramienta editorial”. Y no para producir una nueva instancia de presentación, sino para continuar con la manipulación de la información extraída en las reuniones a lo largo de estos dos meses que duro el “Glosurb”.
Para obtener “nuevos contenidos”, no se necesita alimentar la maquinaria con más información, sino procesar aún más la existente. Manipular la información, de eso estamos hablando. Eso es lo que aquí nos compete.
Aquí tendrá lugar, la explicación de los horizontes de interés del club sobre “la urbanidad”, antes y después del acontecimiento conocido como “Glosario de Urbanidad”.(Para saber que se dijo en los 4 encuentros, no hace falta más que hojear el blog, y en un futuro, alguna de las secciones del Glosario en papel: libro que compilara la producción del glosario y otros apéndices editoriales del Club).

Frente a la discusión centrada en la buena “construcción” del termino “Urbanidad”, nos encontrábamos frente a ciertas palabras que necesitaban una “nueva” definición; mas acorde seria decir que necesitábamos una “nueva” interpretación contextualizada (por no decir, parcial y subjetivada) de estos términos. De este modo el club delineó esta estrategia editorial tan simple:
1) reunimos a ciertos personajes, de evidente trascendencia en el campo de lo público, y con un evidente interés por la ciudad. De las cuales, en todos los casos, conocíamos sus ideas-discursos sobre el campo de lo público y privado, a través de sus actividades relacionadas con la actualidad urbana -como buenos arquitectos que somos, por deformación profesional, tenemos una fuerte debilidad en extraer siempre la información necesitada de reflexiones profesionales y amateurs provenientes de “connoseurs” siempre ajenos a la disciplina Arquitectónica-.
2) en una reunión abierta a todo público, cada uno de estos invitados interpretó una “nueva” definición de tres palabras otorgadas por nosotros -recibiendo un término en común con el invitado anterior, que obviamente quedaba afectado por dos interpretaciones consecutivas-.Hasta aquí es el blog; quien quiera confirmarlo: http://www.glosariodeurbanidad.blogspot.com/.

Cabe destacar, que cada uno de las ternas de palabras que se les entregaba a los “glosando”, surgían de una precisa y minuciosa estrategia de provocación discursiva, delineada a priori para cada uno de los eventos -lo cual claramente no ha dejado de dar lugar a improvisaciones de último momento, y en tiempo real-.
Recomponer esa línea intelectual surgida de los encuentros previos con los invitados y las decisiones pactadas sobre la suerte de “guión” que se ensayaba antes de cada uno de los eventos, es lo que de algún modo se busca traer a relieve en esta nueva presentación para la revista.Mal intencionado algunos pasajes, y dejando completamente al desnudo otros que pasaron mas inadvertidas, con esta edición hemos pretendido de algún modo evidenciar el tinte que para nosotros ha ido tomando el debate general dentro del Glosario. Y que no es de otro lugar de donde surgirán las tres primeras palabras de ciclo 2006 de “nuestro Glosario de urbanidad”.
En esta oportunidad se podrán leer de corrido y sin interrupción una composición de interpretaciones que habla aún más de “la urbanidad” entendida (o por lo menos buscada) por el club de arquitectura, a media que se avanza en un proceso que claramente recién empieza: la combinación y articulación de los significados producidos espontáneamente.
Hemos sondeado el dialogo presente entre los diferentes discurso que articularon los cuatro encuentros en START -dejando en claro el natural efecto en cadena que comenzó a desarrollarse desde un primer momento, que origino que a medida que se avanzaba de reunión en reunión, cada nueva palabra estuviese mas cargada de “acción y sentido” que la anterior-.

De este nuevo sondeo surge claramente ante nosotros el verdadero objeto y objetivo del proyecto: “determinar que palabras se están usando para usando para hablar de la ciudad”, así como cuáles son las acciones –individuales y colectivas- que han tenido verdadero efecto sobre la vida de la misma, en estos últimos años tomando -como punto de partida la crisis el 2001-. El glosario tiene entre otras metas, al distinguirse de la labor urbanística, afectar la percepción sobre el espacio público y sus actores que tienen las instituciones y los profesionales originalmente encargados de atender a estas problemáticas. Simplemente evidenciando cuales son las imperdonables desactualizaciones en términos de discusión urbanística y su posterior puesta en practica, que sufren estos agentes.
El notorio y vergonzoso enmudecimiento proveniente de la esfera Urbanístico-arquitectónica -nacional, “porteña”, bonaerense o la que se prefiera- frente a los acontecimientos del 2001, evidencia una impotencia institucional que transforma a los matriculados en un cuerpo profesional inoperante, y por ende descalificado para poder abordar cualquier tipo de discusión y posteriormente abordar a ningún tipo conclusión sobre la ciudad.
Quien no quiera leer que no lea; pero ejemplos sobran para demostrar que la propuesta de discusión llevada a cabo en esta serie de encuentros determinó realmente que significaba debatir sobre urbanidad en Bs. As.: determinó cuales era las palabras que necesitábamos por un lado, y además, cuales eran los enfoques que se precisaban para producir el contenido agotado desde hace tiempo en las esferas “especializadas”.
Quien quiera seguir sin leer -y sin entender-, que lo siga haciendo. El Club de Arquitectura se atreve a declarar (teniendo como respaldo la experiencia inaugural de las 4 primeras reuniones), que haber invitado a un artista Conceptual – que en plena crisis y postcrisis, desarrolló el proyecto de auto-gestión y participación más convocante y exitoso de estos ultimo años; superando ampliamente en vida útil y estado de animo a las fugazmente gloriosas “asambleas barriales”-, y a un urbanista con una doble vida en Internet a través de una pagina web -que surgió como respuesta a una repentina situación como desocupado part-time-, resultó más potente y fructífero en términos de contenido, que si hubiésemos reunido a una batería de Arquitectos y afines. Leyendo detenidamente el implícito dialogo entre el primer y el segundo invitado, uno comprende que quizás el secreto para producir algo en esos años, fue invertir en el ánimo de las personas. Roberto decididamente lo expresa en su “estrategia de la alegría. Pero no es, hasta que leemos a Corti, que nos damos cuenta que es muy antiguo e inútil centrarse en palabras como ECONOMÍA, frente a épocas como la que vivimos; Economía no va mas, hoy por hoy Energía es la palabra. Centrar en la problemática presupuestaria la mayor parte de los problemas de una ciudad, tal como la profesión viene evidenciando desde hace años con su cada vez más obsoleto ímpetu de progreso en lo que a desarrollo de mercadotecnias constructorcitas se refiere, a quedado completamente al descubierto y de manera evidente como tópico totalmente pasado de moda. La palabra que se oye una y otra vez -en boca de quien se precie de estar en sintonía con una, o dos, de las múltiples realidades urbanas que existen entere el río de la plata y lujan- no es precisamente ni dinero, ni poder, ni presupuesto. No centrar la discusión sobre el producto mas evidente que tuvieron los acontecimientos de ése fin de año, el evidente “cambio de animo” de toda una ciudad, es un completo gol en contra.
Son las aventuras y desventuras en la gestión artística, de una artista multimediática, las que hace aflorar a la superficie toda la evidencia de que problemáticas como la idea de “proyecto” en una ciudad es algo muy de los 90. El no-miedo a entender catástrofe como construcción; es algo que leemos en la contradicción discursiva de J.V. antepuesta a la rigidez y afectación profesional del relato de M.C., frente a la visión que no comparten (en parte) sobre la realidad del fenómeno cyber-café-locutorio-Internet en Bs. As. Si tanto a uno como a otro, desde ópticas no afines (explícitamente enunciada por J.V. al inicio de su definición de Cyber-café, en relación a la de su predecesor) el locutorio se presenta como una herramienta política, una posición urbana, es claro que estamos en la dirección incorrecta. Reflexionar sobre la oportunidad presente en los Locutorios o en una la verdulería que también era discoteca – pasaje Rauch y Corrientes; “que era un escándalo para los urbanistas, cómo se lo habilitaba? era una verdulería o una discoteca?”-, suprimiendo la meta durante años ubicada en términos como Proyecto, y cambiarla por palabras como Catástrofe. Quizás debamos comenzar a discutir sobre como “esperar las Catástrofes”; confiar un poco en A Rossi, y no intentar prevenirlas delineado audaces propuestas de infraestructura. ¿Dejar ser a las catástrofes? Puede ser o no una opción, están en nosotros traer a discusión este tipo de material. Después de todo, según lo que dice M.C. citando al arquitecto Italiano más gay de la historia: lo que el diseño logra en 50 años, la catástrofe lo ofrece en un día. Creer o reventar.


‘90s ‘00s
Economía Energía
Proyecto Catástrofe

Ausencia del estado urbanidad
Crisis del 2001

Diseño Final de las formas puras

Representación

Obra democracia

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